SAN MARCOS: ANTE EL CIERRE DEL COMEDOR UNIVERSITARIOS REALIZAN COLECTA PARA PREPARAR “OLLA COMÚN”
Si antes los sanmarquinos tenían que hacer cola durante tres horas para poder almorzar, ahora que el comedor está cerrado desde el 18 de diciembre del año pasado los estudiantes tienen que organizar diversas comisiones con la finalidad de cocinar una “olla común” diaria.
PUBLICADO: 2014-01-16
Los estudiantes de la universidad San Marcos realizaron ayer una movilización para exigir la reapertura del comedor de la ciudad universitaria donde se vienen impartiendo clases de verano pese a que oficialmente fue cerrado por Bienestar Universitario por motivos de mantenimiento.
La ciudad universitaria se encontraba cerrada desde las nueve de la mañana. Las puertas estaban encadenadas y cuando se le preguntaba a los miembros de seguridad ellos indicaban que las autoridades les comunicaron que se estaba llevando a cabo una asamblea universitaria, por ello no se le permitía el ingreso a ninguna persona. Este hecho no solo incomodó a los estudiantes que tenían clases, sino también a los padres de familia que habían matriculado a sus hijos en los cursos de verano que se dictan en los distintos ambientes de la universidad.
Ninguna asamblea universitaria se programó para el 15 de enero. Por ello, la explicación que daban los vigilantes era una coartada para no dejar entrar a los universitarios que habían convocado por las redes sociales a una manifestación en contra del cierre del comedor para las 10am.
Eran las 10 con 30 y en un descuido de los guachimanes, los estudiantes lograron ingresar al recinto universitario.
El comedor era el punto de encuentro donde los alumnos reclamarían por su pronta reactivación. Fue así que los sanmarquinos comensales, entre alumnos residentes y no residentes, marcharon arengando con pancartas por los diferentes ambientes de San Marcos: “¡No al cierre del comedor!”, “¡El comedor es un derecho!”.
“Esta movilización fue propuesta por la coordinación de juntas de los distintos gremios que se han organizado para lograr acciones concretas, por ejemplo, el problema principal que une a todo San Marcos es el problema del comedor, que se reaperture”, expresaba Piero Leonardo, miembro de la junta directiva del Comité de Comensales.
Al mediodía los alumnos bloquearon la avenida Universitaria con ollas, pitos, tambores y caballetes para que la población se entere de los problemas que atraviesa la casa de estudios más antigua de América. Los policías llegaron y hubo un enfrentamiento. Aun así, el reclamo continuó y los estudiantes hicieron una colecta para preparar una olla común.
“Queremos que reabran el comedor no solo para los residentes sino también para la comunidad sanmarquina en general”, reclamaba Danithza Calderón, secretaria general de la junta directiva de Residencia Universitaria.
Futuro incierto
Los perjudicados por el cierre del comedor no solo son los estudiantes que viven en Residencia Universitaria (entre el pabellón A y B son aproximadamente 200) y en los exteriores de la universidad (cerca de 200 alumnos que alquilan cuartos), sino también todos aquellos que asisten en verano para llevar cursos curriculares, algunos recuperan otros adelantan, también hay quienes tienen clases en el Centro de Idiomas y en el Centro de Informática.
“Nosotros hemos pedido informes para saber por qué se cerró el comedor. Hemos ido al Rectorado, hemos solicitado reuniones con el señor Gaudencio Yallicuna (jefe de Bienestar Universitario) y no nos han atendido”, denuncia la residente Calderón.
El 19 de diciembre del 2013 los estudiantes de la residencia Julio César Tello y de la residencia de Ciudad Universitaria se reunieron con las autoridades y llegaron a un acuerdo. “Logramos que se garanticen 180 raciones de menú frío (galleta, atún y frugos) hasta el 31 de diciembre. Pero estas son raciones eran insuficientes ya que los residentes en la ciudad universitaria son 194 y en Tello son cerca de 80 residentes”, afirma Danithza Calderón. Sin embargo, las raciones de menú frío se repartieron solamente ese día y fueron 70.
Cada fin de año los residentes de la ciudad universitaria realizan un viaje a provincia. Y el presupuesto es asignado por el Rectorado. No obstante, debido a las protestas que se generaron a raíz del cierre del comedor estuvo en peligro. “Se les ha querido silenciar a los residentes para que no reclamen. Justamente cuando comenzamos a movilizarnos las autoridades nos dijeron que dejemos de hacer este tipo de cosas, porque sino el viaje se cancelaba. Se nos amenazó con este chantaje para que dejemos de movilizarnos. Nosotros rechazamos esta medida y seguimos con nuestros reclamo”, enfatiza Danithza. Pese a los hostigamientos, los residentes pudieron viajar.
En vista al cierre del comedor, los residentes formaron comisiones de cinco personas para preparar los almuerzos a través de las denominadas “ollas comunes”. “Todos los días pedimos colaboración. Así la comisión garantiza entre 70 y 90 raciones diarias. En el caso del desayuno y la cena corre por cuenta de cada uno”, explica la dirigente estudiantil.
El Estatuto de la universidad San Marcos garantiza la alimentación como parte del derecho a la educación. Sin embargo, las autoridades están transgrediendo sus funciones en contra de los universitarios. Y hasta la fecha no hay predisposición por parte del rector Pedro Cotillo y del jefe de Bienestar Universitario, Gaudencio Yallicuna, para solucionar estos problemas que afectan a la comunidad sanmarquina.
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